(Caricatura de Eduardo Sanabria, "EDO") |
La gran humillación que nuestra UCV sufrió ayer, en la carne de algunos de sus estudiantes, es algo incalificable e inaceptable en nuestra Historia universitaria: de la manera más indigna e repugnante fueron vejados y sometidos miembros de nuestra universidad por unos desalmados delincuentes (vergüenza del género humano) y que además recibieron apoyo y complicidad de otros seres indignamente llamados ucevistas, así como de autoridades nacionales. Tales hechos no tienen paralelo en este país que se barbariza frente a nuestros ojos por las acciones de unos cuantos malvados e irresponsables. Pero precisamente cuando parece que el mal triunfa, se tienen más estimulo para seguir luchando por el bien. Así, recordemos: el miedo, no será eterno. Así como pasó con Castro, Gómez y Pérez Jiménez, o inclusive con los adecos, llegará, tarde o temprano, el tiempo de LA JUSTICIA, donde una autoridad, moralmente idónea, que sepa hacer lo que se debe, lo que corresponde en estos casos, hará aplicar la ley y repondrá la dignidad mancillada de nuestra Casa ultrajada y así, los negros nubarrones de sombras se disiparan nuevamente, pues en casi 300 años la UCV se ha mantenido en pie y seguirá luchando por esta tierra y este pueblo, llevando siempre la luz liberadora de su saber.
"El reloj de la UCV" cuadro, cortesía de ASOVAC |
El Postgrado de Historia-UCV
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